Aulario Universidad de Sevilla

La implantación del nuevo aulario del CATEPS se ve condicionada por la proximidad con los laboratorios de la ETSI y la necesidad de mantener una conexión eficiente y simbólica con el edificio existente. Para ello, se minimiza la longitud de la pasarela de unión y se otorga al aulario cierta altura, asegurando su integración en el entorno y evitando que pase desapercibido. Su morfología responde a diversas tensiones del entorno: una curvatura en su fachada que abraza el edificio preexistente, un diseño compacto para optimizar la acústica y las vistas, y una concavidad hacia el noreste que refuerza la conexión con las zonas verdes.

En cuanto a la distribución funcional, el aulario se organiza en dos volúmenes de cinco plantas conectados por un espacio central, reinterpretando el esquema de triple crujía. Este espacio no solo facilita la circulación, sino que genera vacíos estratégicos que otorgan amplitud sin aumentar la superficie construida. Los accesos se ubican en el eje central, con las aulas organizadas en función de su tamaño: las de mayor capacidad en la pastilla norte y las de grupos medianos en la sur.

La interconexión con el edificio existente es clave para la unidad funcional del conjunto. Se opta por una pasarela diagonal, la solución más directa y eficiente, que permite una conexión fluida entre los dos volúmenes a través de la terraza este, consolidando el sistema circulatorio del CATEPS.

Sostenibilidad

La estrategia de sostenibilidad se centra en tres decisiones proyectuales: la creación de un patio como regulador térmico, el diseño de las galerías de distribución como un espacio intermedio y protección solar mediante fachada de panel composite perforado.