Apostamos, en nuestra propuesta, por una arquitectura adecuada a la ciudad de Viena, procurando una continuidad física e histórica con su trama urbana, sin voluntad de rompimiento. La forma y la manera en que el edificio se asienta en la parcela responden a las circunstancias particulares del entorno urbano y la voluntad de no sobrepasar la altura del actual Hotel Intercontinental, asumida ya por la ciudad.
Nuestra propuesta apuesta por la tipología de manzana cerrada, tan común en la organización urbana de Viena.
El edificio se segrega en dos estratos que se superponen: un basamento que aloja todos los usos públicos y colectivos, y un cuerpo superior que contiene los usos privados.
Entre ambos y rematando el basamento, una plaza pública, lugar de encuentro y espacio de relación y ocio para todos los ciudadanos, que junto al destinado a la pista de patinaje sobre hielo, suman las tres cuartas partes del espacio disponible de nuestra parcela.
El basamento distribuye cuatro usos principales. El hall acceso y zonas de pública concurrencia del hotel, el centro de congresos; el centro deportivo y el Wiener Eislaufverein, vinvulado a la pista de patinaje y con accesos desde el interior de la manzana. Hay que sumar a estos usos el paquete de programa de oficinas situado sobre el Wiener Eislaufverein y el programa de usos comerciales, diseminado en varios puntos estratégicos vinculados a la calle y los accesos principales.
A partir del basamento se elevan el resto de los usos de carácter privado: las habitaciones del Hotel, los apartamentos con servicio desde el hotel y las viviendas.
Bajo la cota cero encontraremos los usos: un gran parking en dos niveles para el hotel, las oficinas, las viviendas y el centro de convenciones; área de carga y descarga de todos los usos y la zona de usos definidos para el Wiener Eislaufverein.
La accesibilidad y la permeabilidad ha sido tratada como tema prioritario en nuestra propuesta con: el ensanchamiento del acerado, la creación de una nueva calle peatonal entre el Koncerthaus y dos grandes pasos que atraviesan longitudinalmente y transversalmente el edificio y que lo conectan de forma múltiple con sus propios usos y con la ciudad.
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